Un día después.
Ayer se casó mi Amor Imposible. Lo perdí para siempre.
Ayer fue un día confuso, lleno de coincidencias y emociones fuertes. Desde muy temprano mis familiares y amigos no me dejaron sola.
Me fui para la casa de Isabel allí por la Ceiba de Guadalupe, de hecho, una calle atrás de la Iglesia y no se que pasó pero me dió una gran desesperación por alejarme de la zona, me dió cierto pavor pensar que ellos estaban casándose cerca.
Entonces, mi amigo Oscar decidió que nos fueramos a la playa, a Roca Zunzal, donde trabaja mi gran amiga Roxana. Llegamos al lugar a las 16 horas más o menos. Estando allí frente a al mar se acercó un grupo de músicos ambulantes, derepente comenzaron a cantar "Luna de Octubre" sin que yo la pidiera y sin que nadie de mis amigos la pidiera. Me sentí emocionada y muy conmovida porque Luna de Octubre es la canción que mi Arcángel me cantó el día de mi cumpleaños 33, me la cantó el día que nos despedimos para siempre. Me conmovió tanto esta coincidencia, los músicos tocaron justamente nuestra canción faltando una hora para que él se casara.
Mientras escuchaba la canción mi mente voló al 10 de abril, cuando yo estaba recostada en su pecho y él cantaba a mi oído. Luego, la realidad llega a mi mente y me doy cuenta que él ya no está en mi vida y que en ese momento nada más se vehían las olas del mar golpeando con fuerza los simientos del rancho donde yo estaba con mis amigos, las olas golpeaban con tanta fuerza así como el dolor de perderlo me golpeaba el pecho.
No aguanté estar allí por más tiempo, a Isabel se le ocurrió irnos al puerto de La Libertad. Cuando llegamos al lugar ella me dijo que me caería bien ir a caminar al muelle. Yo ya andaba ebria con las cervezas que me había tomado donde la Roxana. Caminamos hasta el final del muelle y había una pareja de gaviotas bien juntitas, me recordaron a las las gaviotas que salen en las ilustraciones del libro de Juan Salvador Gaviota; este libro me lo regaló mi amor el día que nos despedimos.
En ese momento, en medio de mi ebriedad me dí cuenta que yo estaba parada justo en el muelle llorando por mi amor imposible así como cuando Candy llora al ver la partida de un barco que se lleva a su Terry. Me sentí frustrada, dolida, triste y muchas cosas más. Fué en ese momento que toqué mi orgullo y me dije a mi misma que desde ese momento le decía adiós a Gerardo. Un adiós muy en serio. Porque para mí su boda es como que él se fue en un barco imaginario y nunca va a regresar y si un día lo hace, ya no será el mismo hombre del que yo me enamoré.
Apreté los barrotes del muelle y llore. Eran las 1732 horas y a esa hora probablemente él estaba dando el sí en su boda.
Fumé todo lo que quise, tomé hasta más no poder, manejé mi carro desde la casa de Isabel a la de Loida, lloré, grité y reclamé. Ahora ya nada de eso importa.
Ya todo terminó. Sobreviví a una fecha muy triste. Ahora estoy dispuesta a dejar de amarlo porque no puedo estar amando a alguien que llevó al altar a otra mujer, que duerme con otra mujer y que no quizo quedarse conmigo.
Me da rabia pensar que hoy amanecieron juntos, que él la amará como si yo nunca hubiera existido, que él estará con ella bien feliz como si nada, mientras yo estoy hecha mierda. Este día me siento muy mal por haber pasado por esta situación tan difícil.
Él estará con su cara de niño bueno y moralista, no se acordará de mí y a ella le hará creer que es la única mujer a la que ama, a la única que valora porque la llevó al altar. Y ella le creerá todo lo que él le diga. Y así pasarán sus vidas, sin conocerse el uno al otro.
Por Ahora, ya no quiero saber nada de él.
Ayer fue un día confuso, lleno de coincidencias y emociones fuertes. Desde muy temprano mis familiares y amigos no me dejaron sola.
Me fui para la casa de Isabel allí por la Ceiba de Guadalupe, de hecho, una calle atrás de la Iglesia y no se que pasó pero me dió una gran desesperación por alejarme de la zona, me dió cierto pavor pensar que ellos estaban casándose cerca.
Entonces, mi amigo Oscar decidió que nos fueramos a la playa, a Roca Zunzal, donde trabaja mi gran amiga Roxana. Llegamos al lugar a las 16 horas más o menos. Estando allí frente a al mar se acercó un grupo de músicos ambulantes, derepente comenzaron a cantar "Luna de Octubre" sin que yo la pidiera y sin que nadie de mis amigos la pidiera. Me sentí emocionada y muy conmovida porque Luna de Octubre es la canción que mi Arcángel me cantó el día de mi cumpleaños 33, me la cantó el día que nos despedimos para siempre. Me conmovió tanto esta coincidencia, los músicos tocaron justamente nuestra canción faltando una hora para que él se casara.
Mientras escuchaba la canción mi mente voló al 10 de abril, cuando yo estaba recostada en su pecho y él cantaba a mi oído. Luego, la realidad llega a mi mente y me doy cuenta que él ya no está en mi vida y que en ese momento nada más se vehían las olas del mar golpeando con fuerza los simientos del rancho donde yo estaba con mis amigos, las olas golpeaban con tanta fuerza así como el dolor de perderlo me golpeaba el pecho.
No aguanté estar allí por más tiempo, a Isabel se le ocurrió irnos al puerto de La Libertad. Cuando llegamos al lugar ella me dijo que me caería bien ir a caminar al muelle. Yo ya andaba ebria con las cervezas que me había tomado donde la Roxana. Caminamos hasta el final del muelle y había una pareja de gaviotas bien juntitas, me recordaron a las las gaviotas que salen en las ilustraciones del libro de Juan Salvador Gaviota; este libro me lo regaló mi amor el día que nos despedimos.
En ese momento, en medio de mi ebriedad me dí cuenta que yo estaba parada justo en el muelle llorando por mi amor imposible así como cuando Candy llora al ver la partida de un barco que se lleva a su Terry. Me sentí frustrada, dolida, triste y muchas cosas más. Fué en ese momento que toqué mi orgullo y me dije a mi misma que desde ese momento le decía adiós a Gerardo. Un adiós muy en serio. Porque para mí su boda es como que él se fue en un barco imaginario y nunca va a regresar y si un día lo hace, ya no será el mismo hombre del que yo me enamoré.
Apreté los barrotes del muelle y llore. Eran las 1732 horas y a esa hora probablemente él estaba dando el sí en su boda.
Fumé todo lo que quise, tomé hasta más no poder, manejé mi carro desde la casa de Isabel a la de Loida, lloré, grité y reclamé. Ahora ya nada de eso importa.
Ya todo terminó. Sobreviví a una fecha muy triste. Ahora estoy dispuesta a dejar de amarlo porque no puedo estar amando a alguien que llevó al altar a otra mujer, que duerme con otra mujer y que no quizo quedarse conmigo.
Me da rabia pensar que hoy amanecieron juntos, que él la amará como si yo nunca hubiera existido, que él estará con ella bien feliz como si nada, mientras yo estoy hecha mierda. Este día me siento muy mal por haber pasado por esta situación tan difícil.
Él estará con su cara de niño bueno y moralista, no se acordará de mí y a ella le hará creer que es la única mujer a la que ama, a la única que valora porque la llevó al altar. Y ella le creerá todo lo que él le diga. Y así pasarán sus vidas, sin conocerse el uno al otro.
Por Ahora, ya no quiero saber nada de él.
Comentarios
Sé que no es fácil pasar la página y es normal que estes sintiendo ese dolor y coraje, pero dicen que el tiempo lo cura todo, solo hay que sobrevivir un tiempo y esperar a que pase.
Candy sufrió mucho con la partida de Terry, pero hay un final en la versión italiana donde al final logran estar juntos. Nunca pierdas la fé.
me gusto mucho lo que escribiste, mas que nada porque me acorde de una vieja historia de amor mia, ella no se caso, pero al igual que tu, anduve por esos lados donde estuvimos juntos, y todo me decia algo de ella.
de eso ya hace un buen tiempo, y la anduve "penando" un tiempo mas, y me sentia muy triste, pero ya paso, de echo, todo pasa amiguita, y si le das oportunidad a la vida, ella misma te cura, a mi me paso, pero b ueno, yo conoci a una mujer maravillosa.
todo pasa por algo, no se si creer en dios o en destino, pero por algo no me case con la que se fue, y en cambio, con la que me ama, me ama de una manera maravillosa, y yo tambien la amo, no se, me quede pensando en que las cosas y los momentos que se nos dan y no se quedan es por algo.
saludos amiga, desde Monterrey, México.
me gusto mucho lo que escribiste, mas que nada porque me acorde de una vieja historia de amor mia, ella no se caso, pero al igual que tu, anduve por esos lados donde estuvimos juntos, y todo me decia algo de ella.
de eso ya hace un buen tiempo, y la anduve "penando" un tiempo mas, y me sentia muy triste, pero ya paso, de echo, todo pasa amiguita, y si le das oportunidad a la vida, ella misma te cura, a mi me paso, pero bueno, yo conoci a una mujer maravillosa.
todo pasa por algo, no se si creer en dios o en destino, pero por algo no me case con la que se fue, y en cambio, con la que me ama, me ama de una manera maravillosa, y yo tambien la amo, no se, me quede pensando en que las cosas y los momentos que se nos dan y no se quedan es por algo.
saludos amiga, desde Monterrey, México.
Y si un día llegas a querer darle una paliza, no me puedes invitar, yo lo haria con gusto, por el solo hecho de haberte lastimado, me vale grillo que no te hubiera mentido, pero aun asi de mi parte yo si le doy unas buenas patadas.
Saludos.
y como dicen los paracaidistas mexicanos:
Aunque no quiera,
aunque no pueda,
aunque reviente,
aunque me muera.
Paracaidista!!!
tengo que sacar mi garra felina con todos los poderes!!!
Comadrita no me le vayas a dar de patadas a mi Arcángel, noooo por favor, me dolería verlo triste.
Abrazos!
en fin me recordaste al primer gerardo, cuando se casó y me ´pidio que fuera madrina de iglesia, era mi mejor amigo y asi como tu eres candy yo era julia roberts... tiene que pasar estas cosas para realmente despertar de lo platonico y disfrutar nuestra hermosa realidad, verás! verás! el se lo perdió y tu encontraras un amor POSIBLE!
Imagina lo bien que te sentirás cuando encuentres un nuevo (y mucho mejor) amor.
Como eres Aries es, pronto será o habrá sido tu cumpleaños. Felicidades y abrazos desde España.
Rafa