Homenaje a Javier Fernando Calvo de la Sociedad del Santo Entierro de Izalco
Fernando era cargador de la Hermandad del Santo Entierro de Izalco. Esta Hermandad tiene la peculiaridad de que cuando uno de sus cargadores es llamado ante la presencia del Señor, la noche del Viernes Santo, durante la procesión del Santo Entierro, la procesión hace su llegada hasta la puerta de la casa donde vivió el cargador.
Desde el año pasado, cuando una de las hermanitas de Fernando me comentó que este ritual era un hecho para el presente año, me prometí viajar a Izalco a presenciar esta costumbre tan bonita del pueblo Izalqueño. La procesión del Santo Entierro en Izalco comienza a las 5 de la tarde y termina a las 5 de la mañana del Sábado de Gloria.
Decidida a ir desde hace un año, armé el viaje. Le comenté mis planes a don Will, el papá de Fer, para no aparecerme por su casa sin previo aviso. . Luego, le dije a Eduardo que me acompañara y Ranllus también iría con nosotros para tomar fotografías ya que ella es fotógrafa y le quedan muy buenas. Ya un día antes habíamos hablado con el papá de Fer acerca del proyecto que él y la familia tenía de hacer una alfombra conmemorativa para nuestro gran amigo. Y me pareció excelente.
Yo quería vivir esa experiencia de ayudar a hacer la alfombra y de presenciar la Presentación que le harían a la familia en honor a la memoria de Fernando.
Llegamos a Izalco justo al medio día. Saludamos a don Will y luego nos fuimos a caminar por el pueblo, luego a los oficios religiosos del Viernes Santo.
Regresamos a las 5 a casa de don Will y él ya había comenzado a hacer la alfombra, era enorme, era un paracaidista con su cúpula abierta y con la leyenda ALGUN DIA HAREMOS OTRA FORMACION, BLUE SKIES, JAVIER FERNANDO CALVO.
En cuanto vi el molde de la silueta del paracaidista dibujado en la arena de la alfombra y leí lo que diría cuando estuviera finalizada, sentí una gran tristeza y me dolió mucho ver a su padre pintando de azul el traje del paracaidista dibujado. Vi a Denike, la esposa de Fernando y madre de su hijo, ella estaba allí con sus ojitos tristes. Me acerqué y nos saludamos. El niño de Fernando está por cumplir los 3 años y es idéntico a su papá.
Al rato, comenzó a llover y corrimos a tapar la alfombra que ya estaba iniciada, con un plástico enorme. Las horas fueron pasando, la lluvia no cesaba y no podíamos continuar con la obra. Don Will estaba calmado porque la procesión pasa frente a la casa de los Calvo hasta las 3 de la madrugada. El agua se calmó un poco después y Mezly, la hermana de Fer, estaba ya lista para continuar con la alfombra. Nos pusimos a rellenar con unos colores lindos que habían preparado. Yo no soy nada diestra para hacer alfombras y no me estaba quedando muy bien pero estaba aprendiendo de Mezly porque a ella le quedaba precioso. Al rato de estar rellenando la cúpula comenzó a llover de nuevo y no cesó. Parte de lo que habíamos hecho se arruinó con la lluvia, pero en cuanto la lluvia cesó de nuevo alrededor de la una de la mañana, nos volvimos a poner manos a la obra. Todos estábamos determinados a finalizarla antes de las tres de la mañana. Don Will hizo unos detallazos muy buenos en la alfombra, la niña Cecy hizo unas alitas de paracaidista muy bonitas. Y se vino de nuevo la lluvia. Esperamos a que terminara. Luego vimos que nos faltaba más de lo que pensábamos nos pusimos a rellenar los moldes de las letras. Ranllus y Eduardo también ayudaron. Al final 9 personas hicimos la alfombra.
A lo lejos vimos las luces, faltaban 20 minutos para las 3 de la mañana.
Cuando ya venía el Santo Entierro cerca, aún estábamos terminando cada una de las letras. Corrimos para cumplir la misión y en los últimos minutos se pudo realizar. La alfombra quedó hermosa, con un paracaidista con su cúpula.
Luego, aparece ya muy cerca la procesión del Santo Entierro de Cristo con la Consagrada imagen del Señor del Descendimiento. Impresionante obra de arte que se venía balanceando con gracia a lo largo de la calle.
Cuarenta y cinco hombres avanzaban cargando la gigante belleza de madera, que en su interior traía la imagen de un hombre vencedor de la muerte.
Para ese momento, frente a la casa de los Calvo, la esposa de Fernando y la niña Cecy habían preparado un hermoso altarsito que tenía unas flores rojas, una vela encendida, la foto de Fernando junto a su amada Denike y su hijito del alma. En el mismo altar estaba el característico atuendo de cargador de la Hermandad del Santo Entierro que durante años vistió dignamente nuestro amigo Fernando cada Viernes Santo. El traje estaba muy bien doblado sobre el altar, en señal de que él fue cargador y que ya había partido hacia el descanso eterno.
Varios caballeros de la Hermandad del Santo Entierro se aproximaron hacia la alfombra con el fin de darle custodia hasta el momento que la Urna pase y otros caballeros se acercaron a la puerta de la casa de la familia Calvo y brindaron custodia al altar conmemorativo de Fernando.
De pronto, cada vez más cerca, los sonidos de las marchas tristísimas y de las matracas resonaban entrelazadas en el ambiente.
La procesión se aproxima lenta y sublime, como si con su luz fuese cortando la neblina de la madrugada.
La Urna comienza a avanzar sobre la alfombra hermosamente terminada. Y los colores del paracaídas dibujado con sal y arena, se van desvaneciendo entre los pasos de los cargadores.
La marcha triste ha dejado de sonar. Ha sido apagada. Todo queda sin ruidos. Era como si esa quietud también luchara por romperse a sí misma la garganta para poder gritar de dolor. Ya solo se escuchaba el ruido de los pasos de los cargadores.
De pronto, la Santa Urna se detuvo frente a la casa de los Calvo. El grupo de 45 cargadores comenzó a hacer un giro completo en dirección al altar, al frente de la Urna estaban los caballeros de mayor rango pertenecientes a la Sociedad del Santo Entierro, bajaron sus ojos en señal de respeto hacia Fernando y con mucha devoción se persignaron.
Un niño acercó su incensario al frente del altar, y aquellas brazas emanaban los eternos olores de la gloria.
Y un silencio como el de los sepulcros, fue interrumpido por el llanto de una trompeta. El hombre ejecutó un fragmento de la pieza Day is Gone, la misma con la que se despide a los héroes caídos en combate, la señal de luto y de dolor.
Las notas que salieron de esa trompeta vibraron a través de las lágrimas de la esposa de Fernando. Ese momento fue tan impresionante, todo el ambiente parecía como que si alguien había desatado de la muerte a Fernando y se lo regresaría a su mujer enamorada.
Aquella inmensa tristeza en el corazón de la familia de Fer era demasiado densa para poderla respirar.
La trompeta dejó de repetir la ausencia de los guerreros y la pesada urna siguió su avance por la calle oscura y todos nos quedamos llorando, como cuando te das cuenta que todo fue un sueño. Era un llanto interminable, era un río de flores tristes, un imperecedero dolor.
Cuando fueron las 3:18 de la madrugada, nos regresamos para la capital, yo tenía que venirme a cuidar a mis abuelos. Toque el suelo de mi casa a las 4:38.
Gracias familia Calvo por permitirnos estar con ustedes.
Amigo Fernando, hermano! camarada!! un día te volveremos a ver cruzando el cielo en la travesía más libre, en el gran salto a la eternidad!!!!!!!
La única forma de hacer inmortales a los ausentes, es recordándoles.
Honor a quien Honor Merece.
Paracaidista en vida y en muerte, hermanos más allá de la vida.
Blue Skies Brother!!!!!
ALGUNAS FOTOS
Foto del altar para Fernando.
En la foto se aprecia a su hijo y a su esposa Denike.
la Alfombra y el equipo que hizo posible terminarla al fondo.
Aquí el Santo Entierro aproximándose.
Nota: si quiere ver todas las fotos, en facebook está el album completo.
Comentarios
:(
Muchos sentimientos, muchos recuerdos que se llevan dentro del alma y resurgen para recordarnos que la vida es un soplo y que lo que nos queda son los bonitos recuerdos de quienes en vida fueran los seres queridos.
Gracias Ingrid.
si ese recuerdo humedece las pupilas sin reservas ni avisos cuando se va caminando por cada una de tus letras, es por que hemos logrado inmortalizarle recordando, y sentir su serena forma de ser, y recordar la manera de la que hablaba de su familia y cercanos..... y vivir siempre celebrando la bendición que fué poder conocerle, y es el conocer a muchos más. a los amigos esos que se han adelantado y no podremos ver más plenos de alegría en la tierra, completos en el aire, a los esos que ya no están en carne para departir, pero que nos llenan de recuerdos para poder vivir.
Cielos azules chucky!
Salvatore