Acerca de mi hermana
Desde ayer por la mañana mi hermana está en la emergencia del Hospital Rosales bien grave, con fiebre, con sobrecarga hídrica, con sospechas de una bacteria en el catéter y con neumonía.
Hay tantos enfermitos y no hay camas disponibles para todos, les toca sufrir sentados en una silla todo su padecimiento. Ayer no fui al trabajo, estuve con ella todo el día allí.
En el hospital no había dipirona para ponerle y fuimos a comprarla (gracias Mónica Abrego porque que si no me hubieras dado plata no las hubiera podido comprar). Nuestro sistema de salud está muy pero muy mal.
Ayer, después del mediodía, algunos médicos cabrones estaban viendo el puto partido de futbol en un cuarto allí por el parqueo interno cerca del cafetín y les valía verga que el hospital estaba abarrotado, hasta gritando gol estaban, no aguanté la cólera y les fui a tocar la puerta del recinto donde estaban viendo el partido y les di una bien merecida recordada de su madre. Ni caso me hicieron, ni la puerta abrieron, les valió verga mi reclamo pero al menos abrí la boca y protesté.
Pero lo bueno es que siempre hay doctores y doctoras éticos, profesionales, amables, responsables y atendieron a mi hermana lo mejor que pudieron, aunque tardado, pero eso es normal allí.
Felicidades a los buenos doctores que sí tiene vocación y pedradas para los hijos de puta que estudiaron medicina por puro ego sólo para que la sociedad les diga “doctor”.
Paralelo a esto, nuestro trámite del trasplante está en un hilo ya que me hicieron un examen y no salí bien, mañana me hacen un CPK para ver cuál es el problema. Estoy tan triste porque no quiero que mi hermana pierda la oportunidad de tener mi riñón, quiero dárselo y el destino mierda se opone. Con qué cara le voy a salir a ella si no salgo bien en el CPK, no lo sé.
Ahora ella mejoró un poquito, le hicieron su hemodiálisis, siempre tenía fiebre pero estaba sonriendo y eso es bueno.
Admiro como ella saca fuerzas de flaqueza, como ama la vida, como habla de su mascota, como lo defiende cuando lo queremos hacer sopa. La mascota de mi hermana es un gallo y se llama Pilli.
Ella dice “Pilli, mi amigo de corazón”.
Una enfermera muy amable le dice a mi hermana en tono de broma “hagan sopa con el gallo” y mi hermana le respondió con expresión de lealtad: “No, eso no se le hace a un amigo”. Y la enfermera sonrió.
Me conmovió su respuesta, mi niña linda, mi preciosa hermana tan noble, tan sencilla, tan buena.
Me siento tan impotente, pero no me tengo que ahuevar, aunque me cuesta “proceder como Dios que nunca llora o como Lucifer que nunca reza”. Pero debo continuar, debo apoyar a Mirita y hacerle frente a lo que venga sin nunca soltar su mano.
:(
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Un abrazo.