Una corona y unas Alas
El 1 de octubre me coronaron Reina Vitalicia de Los Paracaidistas Salvadoreños, me sentí muy contenta. Nunca había sido reina de nada durante toda mi adolescencia y juventud. Siempre optaba por otras cosas y no por una corona. Pero esta corona es distinta, porque no se trata de belleza, sino de hermandad. Las autoridades de la Federación habían estado planificando esta coronación desde hacia ya bastante tiempo, al fin se dio de la forma que no pensé, creí que para la ocasión me pondría un vestidito bonito, unas sandalias altas o tal vez unas medias lindas, pero no fue así, la corona llego cuando yo andaba en jeans jaja la vida nos da los mejores momentos sin pensar en tu ropa. La belleza se acaba con la oxidación de la materia, la vejez. Al final queda lo que tenés en el corazón y en el cerebro, lo que sos y lo que has vivido. Mi novio, Eduardo Menjívar, estaba presente. Siempre acompañándome en los momentos especiales, allí estaba cerquita de mi. Dándome su apoyo,