Descanse en paz, tía Chabe.
Mi querida tía Isabel Magaña nos ha dejado, tenía 100 años de edad, era tía de mi abuelo Benedicto y la diferencia en edad sólo era poco más de 2 años. Mi abuelo, con su voz consternada me dijo: “creo que yo tenía 7 años porque aún no había muerto mi madre, era invierno y yo iba con mis papás por el camino de Los Lagartos a Los Ángeles y la Chabe iba con nosotros. El camino tenía cercos de espina de matial a los dos lados y cuando pasamos por el cementerio, de repente ella comenzó a decir que era más rápida que yo, me dijo que porqué no hacíamos una carrera por la calle y le dije que sí. Ella comenzó a correr, la alcancé chapaleando por todos los charcos mientras ella corría por la parte seca, creí que yo iba adelante, luego ella me dejó atrás y me ganó. Ve, ahora, qué tristeza, la Chabe se me volvió adelantar”. En el cantón hay un sitio en el río, llamado ‘la poza de las Magaña’ porque allí cerca vivían mis bellísimas tías, el nombre ha perdurado por muchas décadas, tía Chabe fue la