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Mostrando entradas de 2014

Eduardo y Afif, a 4 años de su partida (R.I.P.)

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Era la mañana del 12 de diciembre del 2010, el viento sopló extraño y dos amigos volaron hacia la eternidad. Afif Calderón y Eduardo Ramírez, grandes hombres que amaban surcar el cielo, ahora habitan en él. No olvidamos las valiosas anécdotas que compartimos con ellos y los consejos amables que compartieron con nosotros. Ambos eran atletas muy experimentados, nobles de corazón, valientes, amables, virtuosos en todo lo que emprendían, leales con su familia y con sus amigos. Personas como ellos no se pueden olvidar. Los paracaidistas salvadoreños no fuimos los mismos después de ese día, su partida fue un suceso devastador para todo aquel que los conoció, nunca volvimos a atravesar una nube sin recordar a nuestros hermanos de la seda. Un inmenso dolor nos envolvió y al sol de hoy, es difícil asimilar su viaje. Afif y Eduardo vuelven a nosotros cada vez que hay un salto, cada vez que nos reunimos, cada vez que los recordamos, porque esa es la única forma de hacer inmortales a los a

Tío Beto, 20 años de su partida.

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Han pasado 20 años desde que mi tío Beto falleció. Era una madrugada de lluvia, 27 de julio de 1994, él padecía cáncer de colon, había sido diagnosticado pocos meses antes de su muerte. Su última exhalación se disolvió entre el rocío de aquella madrugada y nos quedó un dolor interminable, que dos décadas después, duele, como si sucedió hace una instante. Tío Beto era un hombre creativo, trabajador, de corazón noble, sin ningún vicio, era sastre y agricultor, con su empeño hacía que la tierra más cansada se convirtiera en vergel, cultivaba maíz, frijoles, maicillo, frutas y lo que estuviera a su alcance. Él vivía en la antigua casa de la familia en el Valle La Puerta, justo a la orilla de la línea férrea. Vivía solitario en aquella casa de paredes frías, su compañía era una biblia y los recuerdos de los ancestros, que aún tan tarde, seguían en cada grieta de la casa. De vez en cuando volvían las historias de misterio y fantasmas que nacían del pozo que había atrás de la vivien