Pan Felino cumple un año
Hace un año comencé mi venta de pan dulce todos los días jueves en la oficina. En vista que mi salario no me alcanza con tantas responsabilidades familiares, deudas adquiridas por motivos de fuerza mayor, inicié la venta de ricas semitas mieludas pachas y altas, marquezotes, porosas, tortas de yema y pan menudo. El año pasado por estos días acababa de presentarme a la oficina después de mi recuperación del trasplante de riñón para mi hermana, a un mes de la operación aún me dolían las cicatrices como para levantar bolsas pesadas pero el hambre y la mala situación económica me llevaron de la mano a subir y bajar gradas, a cargar mis bolsas de rico pan por todos los niveles del edificio. Todo comenzó porque una compañera y amiga, Lidia, siempre ha vendido pan en la oficina desde hace 30 años y le dije "Lidia, no tengo pisto, deme chance de vender pan" y me dijo que sí, así comenzó la historia de Pan Felino. El nombre viene de mi gusto por los felinos y mi arraigada