Kukri, el arma Ghurka.

Yo con un kukri, foto por José Guirola, 2009.
Hace unos meses subí esta foto a mi hi5, entonces me preguntan mis amigos que qué demonios estoy haciendo yo con ese machete y les digo que no es un machete, es un arma muy respetable.

Mi apreciación personal como amante de las armas de mano (y de fuego también) es que el Kukri es de las mejores armas que mis manos han tenido el honor de tocar, después de la katana. Es un cuchillo pesado pero a la vez es cómodo para los cortes.

Vaya, vaya, vaya este machete no es marca Imacasa jaja.

Esta onda no se come, es para preparar la comidita.

Para los que tienen curiosidad de saber que demonios es un kukri, aqui les pongo algo de Wikipedia.

Aquí vamos:

Kukri:

El Kukri o Khukuri es un cuchillo nepalés de gran porte, curvo, usado tanto como herramienta y también como arma. También es parte del arsenal del regimiento y del escudo de armas de los combatientes Gurkhas. Es conocido por muchas personas simplemente como "cuchillo gurkha".

El kukri fue el arma usada por los Gurkha en la guerra Anglo-Nepalesa, así como también en la Primera Guerra Mundial y en la Segunda Guerra Mundial. Los nepaleses los manipulan desde los cinco años de edad. La mayoría de los kukris son hechos a mano, aunque muchos negocios por Internet publican versiones hechas con tecnología de punta.

Yo, con un kukri.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los reclutas Gurkha preferían sus autóctonos a las hojas blacksmith smith producidas en masa. La calidad de la hoja varía ampliamente. Vienen en varios tamaños, desde miniaturas hasta enormes implementaciones similares a espadas usadas en ceremonias propias donde sacrifican búfalos produciéndoles un único y limpio corte. Las personas que los hacen son llamados Kamis (Herreros de cuchillos) y son miembros de una casta "intocable".

¿Quiénes son los Ghurkas? aquí va tambien de Wikipedia:

Los Gurkhas, soldados de bravía legendaria, son quienes han usado los kukri como cuchillo de pelea, mientras que en el servicio británico son miembros del Kshatriya. Los Ghurkas son gente del este de Asia, aunque es polémico si han migrado hacia el lado sur de los Himalaya, o si migraron desde el Norte.

Los Ghurkas deben su nombre al santo guerrero hindú del siglo XVIII, Guru Gorakhnath, cuyos seguidores fundaron la dinastía de Gurkha, que fue a su vez fundadora del Reino de Nepal. Los gurkhas son conocidos por ser feroces combatientes y servir de unidades especiales de las fuerzas armadas del Reino Unido y de la India.

En otra parte de Wikipedia dice que Los ghurkas tienen su origen en una población de Rajastán, en el norte de la India, que emigró a Nepal en el siglo XVI. Su lengua, el gurkhalî, perteneciente al grupo indoeuropeo y similar al hindi, se convirtió en la lengua común de Nepal con el nombre de nepalés.

Según la leyenda, durante el siglo VIII el joven príncipe Bappa Rawal, nacido príncipe Kalbhoj, fundador de la dinastía de Mesar, descubrió, durante una partida de caza en la selvas de Rajastán, al santón guerrero Guru Gorkhanath en profunda meditación y decidió permanecer junto a él para protegerlo durante el trance.

Cuando el gurú volvió en sí, conmovido por la devoción del príncipe, le ofrendó un kukri (daga típica) diciéndole que él y sus hombres serían conocidos en el mundo entero por su bravura, con el nombre de gurkhas, es decir discípulos de Gorkhanath. El gurú les dio como misión detener el avance de los invasores musulmanes que amenazaban el entonces reino budista e hinduista de Afganistán (en la época conocido como Qandahār).

Anédota Ghurka

Mi amigo José Guirola me contó una anécdota:

Cuando fue la guerra de las Malvinas en 1982, decían los Argentinos "si vienen los británicos nos quedamos, pero si vienen los ghurkas con ellos mejor nos vamos".

Leí una publicación del 2 de abril de 2008 del periódico argentino La Nación donde se habla acerca de ésta anécdota, es un redacción hecha por el periodista Adrián Sáck: A mi gusto personal me parece interesante si pego aquí lo que el periódico publicó, así que aquí les va:

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/

-LONDRES - Las tropas argentinas se rindieron "anticipadamente" en la Guerra de Malvinas porque les "temían" a los Gurkhas, antes que por deficiencias estratégicas o armamentísticas, como sostienen las teorías más difundidas. 

La curiosa e insólita versión sobre el desenlace del conflicto del Atlántico Sur fue explicada a La Nación por un grupo de miembros de ese afamado batallón de origen nepalés que integró la fuerza de tareas enviada por Gran Bretaña en el conflicto armado de 1982, y que organizó recientemente una protesta frente al Parlamento en demanda de un "trato igualitario" con los militares retirados británicos. 

Poco antes de cumplirse el 26º aniversario de la operación militar que recuperaría en forma temporaria la soberanía argentina sobre las islas, diversos ex combatientes aseguraron que "la única razón posible" por la que los argentinos se vieron forzados a deponer las armas fue por el "pavor" que les provocaba "la sola idea" de tener que enfrentarse con esta división, célebre por su supuesta conducta impiadosa frente a sus enemigos. 

"Lo comentamos siempre con otros británicos, y no se puede explicar de otra manera por qué si nosotros éramos sólo 2500 efectivos en una flota que esperaba en el mar, y ellos cerca de 10.000 bien entrenados y apostados en diferentes partes de la isla, pudimos vencerlos con relativa rapidez", afirmó Dhan Ghale, un soldado retirado que parecía reiterar con exactitud el mismo argumento de varios de sus antiguos compañeros de armas. 

"Nosotros sabemos que comentaban que usábamos el Kukhuri (cuchillo corvo de combate) para matar cruelmente a nuestros enemigos e, incluso, cortarles la cabeza con la intención de desmoralizarlos. Parece que ese estereotipo fue bien explotado por la maquinaria de publicidad británica, porque llegó hasta ellos en el momento justo", acotó Braham Chantra Gru, quien también cree que la intervención de los Gurkhas "ayudó a acelerar el final de la guerra, y, posiblemente, a ahorrar una mayor pérdida de vidas humanas". 

El día de la manifestación, sin embargo, el orgullo y la arrogancia de sus memorias contrastaban claramente con su realidad: ninguno de los que se jubilaron antes de la devolución de Hong Kong de Gran Bretaña a China, en 1997, percibe haberes similares a sus ex compañeros británicos que lucharon en Malvinas o en guerras anteriores a ese año. "No sólo cobramos la cuarta parte del sueldo de un británico, sino que no nos quieren dar la visa para que podamos vivir hasta el día de nuestra muerte en el país por el que peleamos", protestó Chantra Gru. 

En tanto, medio centenar de Gurkhas colocaron las medallas que algunos de ellos habían recibido por su participación en Malvinas, Afganistán y Kosovo en una caja, para que les fueran "devueltas" al primer ministro Gordon Brown en manos de Nick Clegg, líder del Partido Demócrata Liberal y principal organizador de esta marcha. Mediante un altavoz, uno de ellos manifestó su "tristeza y preocupación" por tener que retornar las condecoraciones, aunque confió en que este acto "le sirviera" de llamado de atención al primer ministro británico. 

En la misma línea, otros de los participantes de la protesta criticaban a la administración Brown desde prolijas pancartas. "Los Gurkhas combatimos como soldados de primera clase. Entonces, ¿por qué somos tratados como ciudadanos de segunda y jubilados de tercera?", se preguntaban en los carteles, sin más respuesta, por el momento, que el esporádico saludo de algún turista que de tanto en tanto buscaba fotografiarse junto a los cerca de 2000 manifestantes.-

También les dejo aqui un extracto de la pagina web Gran Capitan,Foro de Historia Militar que dice:

"Malvinas, a sangre y fuego" escrito por el periodista argentino Nicolás Kasanzew que estuvo en la guerra en Puerto Argentino.

Episodio del libro:

...En otro sector los gurkhas cumplieron su misión de carne de cañón: le abrieron paso a los ingleses pisando el campo minado. "Lo hacían sin ningún problema, -contaba un conscripto del Regimiento 7 que se había replegado hasta Puerto Argentino-. No les importaba en lo más mínimo hacerlo. Corrían riéndose, insultándose entre ellos, vociferando, cantando. Algunos hasta corrían sin armas o con equipos de audio walk-man, escuchando música. Tenían los ojos desorbitados y baba en la comisura de la boca. Ví a uno que se tiró dentro de un pozo, sacó la chaveta de la granada de manoy con una risotada voló hecho pedazos junto a nuestros camaradas". No tomaron un solo prisionero. A lo largo del día sábado hablé con una veintena de soldados del Regimiento 7: aseguraban en forma unánime haber visto que las tropas británicas pasaron a degüello a todos los heridos, a todos los que intentaron rendirse y también a los que sorprendieron durmiendo. Los gurkhas consiguieron ponerse a la altura de la triste fama de inhumanos mercenarios que los había precedido. "A un compañero mío le cortaron las dos manos antes de matarlo, -atestiguaba un soldado-. También hicieron desnudar a varios para luego hacerlos correr y cazarlos a tiros entre risas histéricas. En ningún momento los gurkhas se protegieron de nuestros balazos. Avanzaban como una tropa de ganado, parecían no tener instinto de autoconservación. Debían estar totalmente drogados". " Yo descargué los tres cargadores de mi FAL -confirmaba otro conscripto-. Ante nuestros tiros, los gurkhas caían aflojándose como si no tuvieran huesos...Todos coincidían en la descripción de la ferocidad de los gurkhas.
...A esta atrocidad el general inglés Jeremy Moore la definió después como "batalla sangrienta cuerpo a cuerpo, combates con bayonetas al final". El combate con bayonetas no fue tal, sino que consistió en pasar a degüello a gente indefensa." -


Otra Anécota Ghurka:

En 1940, El ejército británico le pidió a los Ghurkas que saltaran de un avión, entonces sólo se presentaron 70 ghurkas y los británicos necesitaban 100. Los oficiales británicos apelaron al sagrado honor de los guerreros ghurkas y les dijeron que los paracaídas nunca fallaban al abrirse. Al escuchar esto, un cabo naik dijo sonriente y muy alegre: “¡Ah! ¿Saltaremos usando paracaídas? ¡Eso es otra cosa!” Y luego, todos los ghurkas dieron un paso al frente en señal de que todos se ofrecían como voluntarios.

He leido por allí que esta anécdota se encuentra en un libro titulado "Clarines y un Tigre" escrito por el oficial británico John Masters. Simplemente impresionante.

Al César lo que es del César, así que amigos, estos cabrones sí que son de respeto! y la verdad que hasta me sentí un poco irrespetuosa cuando empuñé el kukri, porque este cuchillo es honorable al igual que los Ghurkas.

Bueno, ya no los aburro con tanto dato. Hasta la próxima.

:)

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